Por Carlos Ríos Otero. (Periodista Independiente)
La última acción punitiva del Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC), en la columna definida: “reflexiones del compañero Fidel”. Castro I, inscribe la aparición de la influenza A H1N1 en Cuba, como un acto deliberado del presidente Obama.
Éste, descongeló las limitaciones que estaban sancionadas por el ex presidente Bush. En una acción irresponsable. Obama autorizó las visitas de los cubanos-americanos, en el clímax de morbilidad del virus presente en USA. Castro, lo relata el 31 octubre 2009 en: www.CubaDebate.com y Granma órgano oficial del PCC.
Castro, al parecer desconoce que en las últimas elecciones parciales, en el invierno del 2007 del MAS, partido que lidera Evo Morales. Cuba “importó”, al menos diez mil bolivianos, para estudiar. Es sabido que fue una acción para apoyar a Morales en los departamentos de baja popularidad.
Sin embargo, en ese período Granma reportaba en la sección “hilo directo”, que Brasil y Colombia cerraban las fronteras con Bolivia por desatarse en esa nación, focos de fiebre aviar y bovina. Y, la OMS y OPS, advertían al mundo en un S.O.S. al respecto. Las mismas funcionarias, que en estos días en la Isla; resaltaron la seriedad del castrismo sobre los controles sanitarios. Obvio, una agresión a las neuronas del cubano de a pie, “Liborio”.
Mientras, las ciudades de más morbilidad en la Isla-Nación, son las capitales provinciales y urbes: Cienfuegos, Santiago de Cuba y La Habana. Las más pobladas y sucias. Solamente, La Habana, con el 27 % de la población, de unos 11 millones de habitantes, las aguas negras invaden la red de agua potable, por efecto del deterioro de esa red, en más del 70 %.
Es el resultado, que por estas desembarcan cada mes, cientos de latinoamericanos y caribeños para darle cumplimiento a la “Misión Milagro” de cuidados oftalmológicos que brinda Cuba, ya para tres años. Los galenos cubanos, le nombran: el “milagro” de las epidemias importadas.
Muchos, son portadores de enfermedades exóticas de zonas selváticas de la Amazonia. Y, transportadores de epidemias endémicas resistentes en ellos, que los genes cubanos desconocen en su frágil sistema de inmunidad. La fragilidad está dada y se suma en parte por la ausencia de carnes rojas en la dieta del cubano. Subalimentado en toda la Isla y famélicos en la región oriental. Sumergido la mayoría de los cubanos en la miseria rampante.
La falta de higiene personal es presente, los productos se ofertan en el área de divisa, como los jabones, pasta dental, detergentes, ropa de cama y toallas. Toda la economía en manos del Gobierno. La mayoría de la ciudadanía no los puede adquirir, porque el salario es en moneda nacional (peso) y, no tiene respaldo en esa área comercial. El salario medio nominal es de 413 pesos mensuales, unos 17,08 CUC (“dólar cubano”). Sólo una sábana se cotiza en al menos 20 CUC (chavito).
Por otra parte, Castro acusa al Gobierno Yanqui. Y, lo culpa de las epidemias que Cuba sufrió en los decenios del 70; 80 y 90. Y, glorifica, la fiebre porcina en animales, las plagas en las plantaciones del tabaco, el dengue hemorrágico, así como la neuropatía orgánica.
La mesa redonda, un paquete de prensa que organiza la oficina de prensa del Primer Secretario del PCC, por la TV. Cada día en dos horas se dedica a maximizar las ideas del líder comunista al respecto. Evento, que con maña Gobeliana de repetir la mentira mil veces, para que parezca verdad; es la divisa de Fidel Castro.
El Gobierno Revolucionario, durante el decenio de 1960 y 1970 usó su flota de pesca de altura, para el trasiego de armas y hombres, en las guerrillas de América y África. Tareas punitivas de los servicios secretos del régimen. Los comandos eran entrenados en Cuba, en parajes inhóspitos. No sólo, violando los controles de inmigración. Sino, incluso esquivando los exámenes sanitarios.
Así transcurrió la toma del poder del Sandinismo, en el segundo lustro del 1970. Con la presencia de unos dos mil comandos rangers cubanos y latinoamericanos, al mando del General Ochoa y el Coronel La Guardia. Ambos, fusilados en 1989, en la empalma de una farsa judicial por “traición a la patria”, por tráfico de drogas, sin el consentimiento de la dirección de la revolución, léase, de los Hrs. Castro, según parte oficial.
Más de trescientos mil militares, sirvieron en Angola y Etiopía, durante más de 14 años, desde 1975 a 1989. Según el propio Castro, representó en el orden relativo: 36 % y el 24 % de las fuerzas armas y población a favor de Cuba-USA, respectivamente (Fidel/1976/jul/26). Los cubanos de a pie, sirvieron de carne de cañón al imperio soviético, y al ego napoleónico de Fidel. Entre mutilados de guerras y muertes, más de 20 mil cubanos mordieron el polvo de la derrota, ninguno fue un: “…los hijos de papa…”
Sin embargo, ese número agreste de muertes y mutilados, no resulta tan nocivo, como las enfermedades que empezaron a proliferar en una población sana: VIH-SIDA, ETS, paludismo, dengue hemorrágico, tuberculosis, lectospiras, hepatitis C, cólera y otras extrañas epidemias que se encuentran en la bitácora de IPK (Instituto de Enfermedades Tropicales), definidas por el Gobierno Revolucionario, secreto de estado.
Hoy, la meningitis equina bacteriana y los padecimientos respiratorios, de las selvas venezolanas y del altiplano andino boliviano, respectivamente; están haciendo estragos en la Isla. Castro, no ha mencionado lo irresponsable de su política de “buen vecino”, para con los Gobiernos populistas de izquierda de Chávez y Morales, a costa de la salud de “Liborio”.
Sin embargo, Fidel Castro, trata de manipular a la opinión pública. Cargando su desgobierno y todos los males de los cubanos a fuerzas foráneas explícitamente y de forma cínica al Tío Sam. Para eso, embarga un delicioso despotismo made in: “reflexiones del compañero Fidel”.
Carlos Ríos Otero. Periodista Independiente 
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