LA HABANA, Cuba, 15 de julio, (Dania Virgen García, www.cubanet.org) -A la reclusa Juana María Lanzarote, de 60 años de edad, le concedieron la licencia extra-penal el lunes 12 de julio, casi 24 horas después de que falleciera, el domingo 11, en la sala de cuidados intensivos del hospital “Salvador Allende” (la antigua Covadonga), donde permanecía en estado crítico desde hacía dos semanas.

Cuatro días antes de que la trasladaran al hospital desde la enfermería de la prisión Manto Negro, donde estaba ingresada, un doctor del penal apellidado Rizo ordenó que le retiraran el oxígeno. El doctor Rizo estimó que ella fingía que no podía respirar porque estaba loca. Pero los médicos del hospital “Salvador Allende” detectaron que tenía obstrucción pulmonar y ordenaron entubarla y ponerle respiración artificial.

En tres ocasiones las autoridades del penal rechazaron las solicitudes de su familia para que le concedieran la licencia extra-penal.

Juana María Lanzarote había sido condenada a 16 meses de privación de libertad por un delito de malversación; cumplía su sentencia en el destacamento 10 de Manto Negro. Antes de ir a la cárcel trabajaba en el Cementerio de Colón.

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