Muertes en Nuevo Vedado
LA HABANA, Cuba, 16 de abril, (Leonel Alberto Pérez Belette, www.cubanet.org) - Un matrimonio de ancianos pereció el pasado 9 de abril en esta ciudad, tras incendiarse su hogar. Aunque el siniestro permanece como un misterio, vecinos cercanos a la pareja presumen que se trató de un pacto suicida.
La pareja ocupaba un pequeño apartamento interior en un edificio de la avenida 26, en Nuevo Vedado, uno de los barrios más exclusivos de la capital, donde viven algunos dirigentes del gobierno y funcionarios del Partido Comunista.
Vecinos del matrimonio dijeron que los ancianos vivían solos. La señora yacía postrada en una cama, luego de una reciente intervención quirúrgica, y su esposo se encargaba de realizar los quehaceres domésticos que le permitía su edad, sus posibilidades económicas y su estado mental. Algunos afirman que el anciano padecía de Alzheimer, y que era un asiduo jugador de dominó en la cuadra.
Un hijo se ocupaba de traerles la comida y, para prevenir un accidente, les había retirado el recipiente del gas del apartamento, apenas unas horas antes del incendio.
Las llamas convirtieron la casa en un horno. El hecho de que los abuelos no hayan pedido ayuda, que la vivienda estuviese completamente cerrada, y que el fuego progresara tan rápido donde ni siguiera había combustible para cocinar, han sido motivo para que los vecinos pensaran en la posibilidad de un suicidio. Años atrás, los ancianos habían perdido a uno de sus hijos en un accidente de tránsito.
Según otras personas, el anciano fumaba mucho y acostumbraba a almacenar periódicos viejos en el pequeño domicilio; por lo que un cabo de cigarro encendido pudo haber dado inicio a la tragedia.
Momentos antes del incendio, una bronca tumultuaria originada en el cercano club nocturno Barbarán puso en tensión al vecindario. Uno de los participantes en la pelea apuñaleó a un joven después de perseguirlo hasta la puerta de la casa de una mujer que estaba afuera tomando el fresco de la noche. La riña provocó que los vecinos se encerraran en sus residencias, por lo que algunos se enteraron del fuego sólo por el ruido de las sirenas de los carros de bomberos.
La policía cercó el área para realizar las pesquisas pertinentes, y como es costumbre, se retiraron sin dar cuenta de lo ocurrido. La prensa oficial ni siguiera tocó de refilón las causas del siniestro. Los cadáveres de los ancianos fueron sacados del apartamento, totalmente calcinados.
Publicado el 4/15/2010 11:16:00 p. m. por Frank CanerLa pareja ocupaba un pequeño apartamento interior en un edificio de la avenida 26, en Nuevo Vedado, uno de los barrios más exclusivos de la capital, donde viven algunos dirigentes del gobierno y funcionarios del Partido Comunista.
Vecinos del matrimonio dijeron que los ancianos vivían solos. La señora yacía postrada en una cama, luego de una reciente intervención quirúrgica, y su esposo se encargaba de realizar los quehaceres domésticos que le permitía su edad, sus posibilidades económicas y su estado mental. Algunos afirman que el anciano padecía de Alzheimer, y que era un asiduo jugador de dominó en la cuadra.
Un hijo se ocupaba de traerles la comida y, para prevenir un accidente, les había retirado el recipiente del gas del apartamento, apenas unas horas antes del incendio.
Las llamas convirtieron la casa en un horno. El hecho de que los abuelos no hayan pedido ayuda, que la vivienda estuviese completamente cerrada, y que el fuego progresara tan rápido donde ni siguiera había combustible para cocinar, han sido motivo para que los vecinos pensaran en la posibilidad de un suicidio. Años atrás, los ancianos habían perdido a uno de sus hijos en un accidente de tránsito.
Según otras personas, el anciano fumaba mucho y acostumbraba a almacenar periódicos viejos en el pequeño domicilio; por lo que un cabo de cigarro encendido pudo haber dado inicio a la tragedia.
Momentos antes del incendio, una bronca tumultuaria originada en el cercano club nocturno Barbarán puso en tensión al vecindario. Uno de los participantes en la pelea apuñaleó a un joven después de perseguirlo hasta la puerta de la casa de una mujer que estaba afuera tomando el fresco de la noche. La riña provocó que los vecinos se encerraran en sus residencias, por lo que algunos se enteraron del fuego sólo por el ruido de las sirenas de los carros de bomberos.
La policía cercó el área para realizar las pesquisas pertinentes, y como es costumbre, se retiraron sin dar cuenta de lo ocurrido. La prensa oficial ni siguiera tocó de refilón las causas del siniestro. Los cadáveres de los ancianos fueron sacados del apartamento, totalmente calcinados.
Etiquetas Heridos, Incendios, Muertos, Suicidios, Violencia |
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